Traje Tradicional de Galicia
¿Porqué los trajes tradicionales han marcado tanto en algunas generaciones?
Coraza o Carapucho
Desde la prehistoria a nuestros días, esta pieza de vestir gallega hecha de juncos ha sido empleada para resguardarse de la lluvia. Muchas eran las variables que tenían las corozas entre Galicia y el norte de Portugal, ya que en cada comarca tenían sus propias caraterísticas. Una coroza o caroza se completaba con unas polainas del mismo material. Está confeccionada en tres partes, una exterior que cobre los hombros y llega hasta la cintura, y dos interiores que comienzan desde los hombros y que llegan hasta los pies. En la parte inferior de las piernas se ponen las polainas y para los pies unas botas de cuero con suela de madera. Puede llevar un capelo, una capucha hecha en capas del mismo material para cubrir la cabeza. Esta pieza de vestir fue cayendo en desuso, y el 6 de marzo de 2018, murió Alejandro Regal Regal, el último fabricante de corozas de la comarca de Chantada y, puede que el último de Galicia. Alejandro tenía 88 años y era uno de los últimos artesanos que sabían como elaborar este traje.
Esta equipación impermeable se completa con unas polainas para las piernas y un "capelo " o gorro para cubrir la cabeza. También se empleó una variante más sencilla, a modo de manta, para tapar a las vacas. Con un trato cuidadoso pueden durar años, siempre que se extienda a secar tras cada uso y cuidando que las zarzas y tojos del monte no la maltraten. Desgraciadamente quedan muy pocos artesanos y artesanas de corozas. Casi los contamos con los dedos de una mano. Hablamos de una artesanía casi extinguida que tiene reflejo etnográfico en otras culturas más allá de nuestras fronteras, pudiendo encontrarse en algunas zonas de Japón o Filipinas .Misma necesidad , materiales similares, soluciones parecidas.
Traje Típico Gallego
Si desea comprar un traje típico, aún hemos encontrado algunas personas que podrían realizarlo pero debido a su dificultad y arte de manipular la materia prima encontramos precios elevados aún así vale la pena, ya que ya pocos podrán disfrutar de algo verdaderamente gallego